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El
domingo 4 de Julio de 1948, en la Dirección del Colegio "Don Bosco", con la presencia del Reverendo Padre Director y Párroco J.
B. Minetti, varios piamonteses echaron los cimientos del "Centro
Piamontés Católico Cultural Recreativo Don Bosco".
Fue su gestor el Sr. Rossetti, animado por su profundo espíritu
cristiano y devoción a Don Bosco, quien supo propagar en un reducido
núcleo su fe y su dinamismo. Y allí mismo se formó la Comisión
Directiva, que con carácter provisorio fue integrada por los señores:
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Presidente:
Félix Rossetti
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Vicepresidente.
Carlos Rossio
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Secretario:
Alfredo Melano
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Tesorero:
Esteban Lombardi
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Asesor: Rdo
P. Minetti
La
Asamblea General Extraordinaria del 8 de setiembre de 1963 aprueba
los Estatutos Sociales.
La
Comisión Directiva, el 14 de mayo de 1969 se dirige al Sr. Fiscal
de Estado de la provincia, Dr. Carlos Puig, solicitando se reconozca
la Personería Jurídica.
Por
Resolución Nro. 1573 del 4 de setiembre de 1969, el Sr. Ministro de
Gobierno de la provincia de Santa Fe, Dr. Alfredo Antonio Correa,
otorga la Personería Jurídica.
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El
señor Felix Rosetti fue el principal gestor, animado por la
nostalgia del querido Piemonte y por su fe católica, para fundar el
Centro en el Colegio Salesiano, recibiendo el apoyo de autoridades y
amigos que lo acompañaron en su accionar. Permaneció durante más
de 10 años a cargo del mismo ( 1948 – 1959 ).
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Don
Guido Lombardi, sobre las raíces erigidas por sus antecesores,
logró establecer los principios fundamentales para el accionar de
nuestro Centro y que la ciudad de Santa Fe sea sede de la F.A.P.A,
todo ello durante su mandato ( 1959 – 1969 ).
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El
doctor Lorenzo Barale, dentro de su gestión ( 1969 – 1979 ),
tomando la posta de los fundadores, se hizo acreedor a la confianza
y al respeto de la colectividad piemontesa y la natural gravitación
de su ascendiente se tradujo en obras perdurables, tales como darle
vida social al Centro ampliando la lista de socios en una dimensión
nunca superada y concretar la adquisición del inmueble donde
funciona actualmente, que, junto con la colaboración de varios
asociados y la conducción y orientación de Juan Carrara,
trasformaron un edificio en ruinas en la actual y pujante sede que
nos cobija.
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El
doctor Osvaldo Alonso ( 1979 – 1984 ), prosiguiendo con el camino
ya labrado, mantuvo vivas las tradiciones piemontesas.
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El
doctor José María Pegassano, el señor Luis Trossero (quien con
su trabajo tesonero supervisaba de la mañana a la noche la
remodelación del edificio) y el señor Conrado Gunthart (por
renuncia del anterior titular), en este orden respectivamente,
estuvieron a cargo de la presidencia por cortos períodos, hasta la
elección del señor Ángel Lombardi (21.11.1985 – 09.12.1987).
A su renuncia se hizo cargo el señor Roberto Colombero
(09.12.1987
– 29.11.1988), quienes continuaron y mantuvieron lo actuado
hasta la fecha.
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El
señor Eduardo P. Bernardi, haciéndose cargo el 29.11.1988 respetando
las ideas, los proyectos y los deseos de sus antecesores y
trabajando durante los 6 años de su mandato – incansablemente - ,
cumplió con anhelo y dedicación los trazado. Además, en julio de
1991, concretó la primera etapa del "Gemellagio" Cuneo
– Santa Fe, viajando en representación del profesor Enrique R.
Mutis, por aquel entonces Intendente de la ciudad de Santa Fe, a
dicha localidad piemontesa y firmando el Acta de Hermanamiento. El
26.11.1995 confió a las manos de la actual presidente María Ester
Valli, la culminación de dicho compromiso.
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La
vida legal del Centro Piemontés estuvo en manos del doctor Carlos
M. Rabazzi desde el 26.05.1970, quien con su honestidad y su saber
acompañó a la mayoría de las comisiones. Durante el hermanamiento
a realizarse entre los días 5, 6 y 7 de noviembre de 2004, el
doctor Rabazzi recibió un premio a la trayectoria de los piemonteses destacados, tan ampliamente merecido.
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El
señor Santiago Rolando participó de la redacción de los
principios básicos del Centro y nos a honrado siempre con su
presencia.
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Desde
1995 y hasta la actualidad, la señorita María Ester Valli dirige
los destinos de la entidad con absoluta honradez y para beneplácito
de todos los asociados.
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